lunes, 18 de febrero de 2008

Reflexión #1

Supongo que habría que empezar desde el comienzo, naturalmente el comienzo de todo ser humano es el nacimiento.

Muchos dirían que nacemos para vivir, en cierta forma es cierto, pero la vida ó la acción de vivir, es solo una transcición a nuestro destino: la muerte. Así que podría decirse que nacemos para morir, esta afirmación, aunque realista puede interpretarse como pesimista pues sólo estaría uno enfocandose en la muerte, que generalmente se ve como algo "malo". Sin embargo (de nuevo) si no se ve el lado negativo de las cosas no se aprecia totalmente el lado positivo.

Al nacer, somos incapaces de distinguir entre el bien y el mal, puesto que estos son puntos de vista generados por la sociedad hace milenios y que se han transmitido de generación en generación. Se nos enseña precisamente lo que es "bueno" y "malo". Es de esperarse que los humanos nazcan como lo que son: animales. Preocupados únicamente de sobrevivir y satisfacer sus necesidades básicas: comer, dormir, reproducirse y defecar. Con el tiempo los padres adoctrinan a sus hijos en su etapa mas vulnerable, les enseñan acerca de religión, moral, valores, etc. que a la final, cuando sean mayores los hijos adoptarán o rechazarán, de cualquier modo.

Como reflexión final podría decirse que la tradición milenaria de los padres de enseñar a los hijos los mismo antigüos valores es el motivo de este semi-caos entrópico en el que vivimos; esto es porque, los padres enseñan a los hijos que deben estudiar, graduarse, conseguir una carrera y mantener a su propia familia (siempre el mismo ciclo), puntualizando siempre que el dinero es necesario para lo último y los placeres, y en este punto cito a Sófocles cuando en Antígona escribe: "A los hombres les brotó un mal mayor que otro alguno: haber hecho de cosas, como plata, dinero legal." Del dinero, se genera el "poder", del poder la burocracia para organizarlo, y de la burocracia se genera el rechazo y de este el odio. Apartando el hecho de que el dinero es un mal necesario para mantener la sociedad a flote; si este no fuera contemplado como la "felicidad", que aunque suene inverosímil o absurdo, hay millones que así lo creen, porque así se les enseña a pensar desde que nacen, es posible que no sea necesariamente una necesidad. Quizás si no fuera así, los que van naciendo al liberarse de los viejos métodos, crearían nuevos métodos, mejores y más efectivos, o podríamos simplemente seguir así como estamos, ya que a fin de cuentas no estamos tan mal, todo funciona como debería y la sociedad sigue "avanzando", no, no estamos tan mal.

martes, 12 de febrero de 2008

Reflexión a Medianoche

Busco una razón por la cual levantarme en la mañana. Es medianoche y busco el por qué de empezar el día siguiente. ¿Es acaso para ir a ver a aquella chica a quién ame, quién luego se olvidaría de mi como tantas veces lo hizo? ¿O es posible que sólo quiera ser un ente más en esas filas y columnas de ocho por diez? Afanados por lograr superarse y vivir para estresarse... estrés... esa palabra tan nueva y a su vez tan común en nuestro léxico... gran signo de perdición tomado a la ligera.

A veces en esos letargos en estado alfa que transcurren entre la madrugada y el amanecer, deseo permanecer en esos inconsistentes y nublados sueños, donde se muestran mis mayores deseos cumplidos y mis peores temores me dan la cara. Al morir, (en un sueño, obviamente) despertamos, volvemos a la "realidad"; me gusta pensar que es así en esta ilusión que llamamos vida... gracias K.; pero al recibir los rayos del cálido amanecer mis fuerzas se renuevan, tendría la voluntad de ir a ese planeta donde la bohemia es confundida con rebeldía y lo inusual y diferente con dañino y peligroso, ese planeta donde sería hermoso que no todo fuera gris y con niebla, donde cada día tuviera su esencia y color y la naturaleza siempre fuera admirada, y no dada por sentado.

"Vive para el momento..." siempre dicen eso pero ¿no es acaso lo que todos hacemos? No conozco nada perpetuo, aquel amor que sientes por esa persona especial dura un instante cósmico, aquel rato inolvidable con tu amigos duró unas cuantas horas, el odio a los que creías tus enemigos se esfumó al olvidar las razones, el placer que sentiste al tener sexo lo vuelves a necesitar al poco tiempo, la saciedad que sientes al comer se desvanece 180 minutos despues; vivimos a momentos ¿disfrutarlos? El disfrute se desvanece de igual forma, quizás soy pesimista, es cierto, pero sino sintieramos pena no apreciariamos la felicidad, si no vivieramos guerras la paz no sería necesaria y si no estuvieramos solos de vez en cuando la fraternidad sería desvalorada.

Es cuestión de realismo y aún no encuentro un motivo para salir de la cama pues sé que al levantarme las fauces de esta "neohumanidad" me oprimiran hasta exprimir la última gota de la esencia y transformarme en un artículo de oficina que vende su alma de 8 a 5, tentador, pero, ¿por qué resistirme? ¿por qué no seguir la corriente y ser como todos? ¿por qué este afán de ser diferente? ¿por qué esta obsesión de analizar cada aspecto de esta vida banal y vacía y tratar de cambiar eso? Adolescencia, seguro... creo, en este punto de reflexión que esa es mi razón de despertar a este abrasador y gélido mundo, aunque quizás es la cobardía a esta cruda realidad lo que habla por mí, el miedo a ser una cabeza más en esas interminables filas de "muertos vivientes" que deambulan monotonamente en las aceras y subterráneos. ¿Tanta es mi obsesión? Sí, estoy seguro... tiene que ser... mi por qué... mi razón... me levanto cada día de la cama, no para cambiar al mundo ni a un individuo ajeno, lo hago para cambiarme a mi, para no ser quien era, para encarar ese mañana al cual le temo tanto, para entender el cómo desmantelar la pantalla que genera la ilusión y convertirla en realidad... mi realidad.

viernes, 8 de febrero de 2008

Anécdotas en un Pueblo Rural Europeo

Esta anocheciendo, debo apresurarme -empiezo a correr-, llego a la estación en el mismo momento en que se encienden las zumbastes luces de neón; logro montarme en el autobus justo antes de que el decrepito conductor cierre las puertas, por suerte pues era el último del día, le muestro mi identificación y en retorno el me da una mirada despectiva. El vicioso aire calentado artificialmente dentro del transporte me empieza a sofocar apenas me siento, intento ignorarlo, miro por la enorme ventana hacia la negrura del exterior, donde sólo podía distinguir por siluetas los edificios nuevos al viejo estilo y las aceras frías y desiertas, me intriga el hecho de que a estas horas no hubiese nadie en las calles, y una anciana, una atractiva y sombría adolescente y yo somos los únicos en el transporte a parte del despreciable viejo que conduce.

Desde la estación hasta la parada que me deja más cerca del lugar donde en este momento vivo, son alrededor de treinta minutos, dejando el pueblo atras e internandose en un bosque... Ya llegué, la adolescente se baja también de la unidad 768 y toma un oscuro sendero, quién sabe a dónde; cruzo la calle sin prestarle la más minima atención al semáforo, voy por detrás de la tienda de abarrotes, a través del estacionamiento llegando hasta el patio cercado de una escuela, lo rodeo por un angosto camino con la reja del patio a mi izquierda y un campo de siembra curiosamente sin nigún cultivo a mi derecha; el campo refleja la negrura del cielo nocturno completamente nublado, hay cierto frío otoñal en la atmósfera, a mi parecer agradable, sigo el largo camino de tierra... Ahora unas oscuras cercas de madera están a mi izquierda por sobre las cuales se pueden ver los sombríos patios de unas espectrales casas.

Del campo sopla de repente un agresivo y congelante viento que no cesa, acelero levemente el paso, llego a una caminería perteneciente al parque local, sólo esta la débil luz de dos faros, ahora el conjunto del gélido viento y el crujir de las hojas secas hacen alucinar mi mente, o al menos eso creo, porque oigo susurros ininteligibles en mis oídos provenientes de todos y ningún lado, apresuro un poco mas el paso... Salgo del parque para salir a una calle repleta de casas, de repente la luz de un único porche se enciende y se abre la puerta, en realidad creo que estoy enloqueciendo porque del umbral sale una obesa mujer llevando con una correa lo que parece un malforme humanoide que repta, y gruñe escalofriantes cosas que aunque no significan nada, mi mente las comprende, posiblemente vengan a por mi; sigo la calle con el paso más acelerado, casi trotando y siento las miradas de los seres sobre mi, en el siguiente cruce, se ven luces crecientes y se oye el ruido del motor de un automóvil, lo veo de frente y mi cuerpo se queda paralizado los incandescentes faros me hipnotizan, ¡demonios!, solto justo a tiempo a un lado, vivo para morir otro día, aunque no estoy seguro si fuera lo mejor, falta una sola calle hasta mi "hogar". Cuando paso frente a un desolado patio de negra hierba y de cercado bajo, del oscuro suelo sale volando una bandada de cuervos, sus graznidos me erizan cada uno de los pelos, el temor que siento es inexplicable e indescriptible, estando en este pais tan seguro...

Pienso que es mejor temerle a un ladrón o asesino, al menos ellos son mortales, reales o están fuera de mi cabeza; ya estoy en la puerta y la negra gata que vive ahí me espera sentada en el portal, saco las llaves de mi mochila y abro con cautela, la familia entera esta dormida, subo por los rechinantes escalones que a esta hora retumban en todas la paredes, siempre con la gata a mi lado, tercer piso, ó mejor dicho, el ático, dejo mi mochila y la chaqueta sobre la mesa que ahi estaba, voy al pequeño lavamanos en el ínfimo baño y lavo mis dientes, remojo un poco mi cara con el agua helada, y vuelvo a la "habitación" que consta de una camita y un pequeño estante, me siento en la cama, me quito las botas y las medias, luego todo lo demas hasta quedar en ropa interior, aún considerando el hecho de la baja temperatura y la falta de calefacción, me recuesto y arropo y cierro los ojos en un inútil intento por olvidar los sucesos anteriores y conciliar algo de sueño, el viento gélido se escurre entre las ventanas con un susurro lo suficientemente fuerte como para considerarse un grito.

Empiezo a entrar en un sueño intranquilo, imágenes pasan a toda velocidad, me parecen recuerdos, aunque no logro reconocer ninguno, guerras olvidadas, secretos que nadie debería recordar, orgías depravadas y descomunales, sucesos que nisiquiera puedo describir, y en la mayoría de ellos, yo... observando a veces, otras participando, veo rostros que se me hacen conocidos, aunque nunca los había visto, tanta muerte, dolor, placer, ruina, tortura y lujuria y horror se empieza a mezclar con el mundo "real", ya no consigo decir que es un sueño y que sucedió en verdad, es cómo una tormenta, un asedio a mi mente, las ventanas golpean, quiero gritar, correr, escapar, huir, destruir todo aquello que conocí y fusionarme con todo esto; me siento a punto de explotar y ver mis entrañas desparramadas por el oscuro cuartito, me incorporo de golpe, bañado en sudor a pesar de los dos grados de temperatura, el pulso y la respiración acelerada, ¿qué sucedió?, lo recuerdo vagamente, pero me siento distinto, no volveré a ser el mismo que era... nunca... siento que mi fin esta cerca... no creo que nadie pueda vivir con esto que llevo en la cabeza por mucho tiempo... en realidad... sería una liberación... y la espero con ansías...

Despecho #1

¿Por qué insisto en aferrarme a tu recuerdo? ¿en besar los besos que ya no me das? Ya no sé si sigo enamorado de ti ó lo que amo son sólo esos momentos que no volveran nunca, por más que lo intente no puedo dejar de alucinar con tu cuerpo desnudo y extasiarme con el dulce sabor de tus labios que aún queda en los míos.

Por otro lado, sé que aunque vuelva a ti, ya tu no serás la misma, aquella que amé a escondidas tantas tardes, ahora eres alguien totalmente diferente para mí, ajena a mi persona, y al igual que tu para mí, yo sólo soy un fantasma que vuelve a tu memoria en esos ratos de ocio y soledad en los que no hay nada mejor en lo que pensar.

Me pregunto si algún día todos estos recuerdos y vestigios de tu amor se borrarán por completo o si serán desplazados por otro amor incompleto o inconcluso y entonces, ¿qué sería de ti?

Susurro Demoníaco


Ahora tus ventanas tienen rejas, gritas fuerte pero de tu boca no sale ningún sonido, corres y no llegas a ningún lugar, abres los ojos y no ves nada más que el refulgir del cielo que refleja tu realidad en la tierra, ¿vivir en un infierno ó morir para parar a otro?

No tienes oportunidad de correr, ¿los ves? ¿ves esas sonrisas macabras a tu alrededor? son los mismos que tu, sólo que eligieron no escapar, a ti no se te concederá ese privilegio, serás prisionero hasta que decidas a donde huir, "vive" o "muere", ¿qué preferirías?

Carta de un Pesimista Difunto

¿Cómo sabes que cuando me viste era real? ¿Cómo dirías que cuando mis labios rozaron tus labios y entre el salvaje intercambio de fluidos y la batalla campal de nuestras lenguas sentiste mis besos? ¿Cómo sabrías que sentiste mis dedos acariciando tu rostro bajando por tu cuello, tus hombros, tus pechos, tu vientre, tus caderas, tu sexo, tus muslos hasta los dedos de tus pies? Si cuando te besaba sólo estaba ahí, contigo, ó solo, ó simplemente, no estaba. Si tu voz, delicioso veneno, entraba por mis oídos como dulce vino y llegaba hasta mi razón como un gas tóxico y nebuloso.

Si pasaba como una sombra en las gentes hipócritas, vacías, crueles, maliciosas, mártires, rostros sombríos sedientos de sangre; en este pequeño pozo lleno de pirañas y tiburones, reservado sólo para el más apto y el eslabón perdido.

Si cuando nuestras pasiones agotabas y matabas escondidos entre la muchedumbre descarademente éramos infieles a aquellos a quienes "pertenecíamos". Cuando me buscabas, llamabas, agobiabas y me decías que me amabas, ¿mentías? ó ¿me decías la verdad? Ahora eso ya no importa. Ahora sólo el odio, rencor, dolor, sufrimiento y desgracia me toman a parte.
Ahora sólo posaré en recuerdos, que luego se desvanecerán, y seré sólo ahí, alegre y feliz como siempre pensaron y quisieron que fuera.

Así que, ¿cómo podrías saber que estuve junto a tí? si nunca he estado; aunque a veces envidié a aquellos que si estaban, a pesar de su triste existencia y adoré a dioses de la guerra y destrucción. No te mentiré, te adoré, te amé, te deseé, te mentí, te disfruté.

Unicamente ahora puedo ver este mundo de caos, odio, destrucción, muerte, pobreza, dolor, sufrimiento, oscuridad, guerras, discriminación, rencor, ignorancia, acero frío, desesperación, tumultos y rechazo desde afuera, donde descubro todo lo que se ocultó desde siempre.

Donde las mentiras o verdades, los secretos y lo público, son lo mismo, y son nada. En estas frías y dulces tinieblas de luz donde me encuentro siempre he pertenecido, sólo que ahora me he dado cuenta y ahora lo he aceptado.