viernes, 26 de diciembre de 2008

26.12.2008

Hace tiempo que no me paso por acá. Antes que nada, feliz navidad y feliz año nuevo anticipado a mis queridos lectores. No podía terminar el año sin publicar algo más. Publicaré dos cosas cortas.

En relación a los diarios, bueno, como algunos sabrán, estoy en el curso superior de escritura creativa de la fundación ICREA, donde mi estimada profesora Moraima Márquez (hey, sin ningún rastro de sarcasmo) nos pidió que lleváramos un diaro, asi que así lo hago, es decir que ya no los escribiré más aquí. Posiblemente luego publique algunos. De hecho lo primero que voy a publicar será algo que también fue una asignación para el curso. No debo tomarme todo el crédito por este escrito pues fue producto de un brainstorming de algunos amigos y su servidor. Espero que les guste. Que la pasen bien en las fiestas y no olviden su promesa de fin de año. Saludos.

El Deseo es como...

El deseo es como la sensación de vértigo cuando estás bajando del arco más alto de la montaña rusa, pero en vez de morir en la boca de tu estómago, crece y se expande por todo tu cuerpo, liberándose sutilmente por tus extremidades, hasta llegar a tu garganta, inhabilitando tu respiración y nublándote -y a veces anulándote- el sentido de la responsabilidad y la ética... hasta que todo eso se escapa en una exhalación condensada.

El deseo es como la senda que recorre la imaginación para llegar a crear un mundo en el que soñarás hasta finalmente convertirlo en realidad. Es como la sensación ajena a los sentimientos, ¿a cuáles? ¡Pues a todos! Es similar a la lujuria pero más pasivo, más pensamiento que acción, más intuición que predeterminación, más instinto que protocolo.

El deseo es como el miedo irracional e incontrolable, pero siempre bienvenido, que te saca del adormecimiento de tu vida cotidiana y te lleva a experimentar sensaciones intensas y descontroladas. Es la sensación que precede por excelencia a la pasión, es, más bien, la pasión controlada, próxima a descontrolarse, a no poder ser reducida por agente alguno.

El deseo es como saltar a un abismo infinito, sientes la adrenalina correr por todo tu cuerpo mientras te ves caer y no te importa seguir cayendo, de hecho, te dejas caer con gusto; es toda una aventura. Es como cuando te propones cumplir una meta y estás por terminar, cuando llevas 9 kilómetros de la caminata de 10 que empezaste, es cuando llevas 25 de las 30 flexiones que te impusiste. Es estar escribiendo las últimas líneas de tu novela, es darle los trazos finales a tu obra maestra.

El deseo es como cuando eres niño, y le pides a tu madre una golosina, simplemente la quieres, es puro capricho. Es la eterna búsqueda de la saciedad, es el no poder evitar sentirse insaciable, es buscar una experiencia desconocida.

Son las ganas de entregarte a tus fantasías más profundas, a tus más oscuras intenciones o a tus ideas más románticas y apasionadas.

sábado, 18 de octubre de 2008

10.10.2008


Luego de un duro día de entrenamiento, cenaba con mi prima, bueno, más bien la acompañaba mientras ella comía, con una lata de Té Lipton helada en la mano, como sea, le comenté que hace algunos días, ciertas personas que me vieron crecer: padres, tíos, abuelos; durante un almuerzo me decían que cuando era apenas un infante tenía una fascinación con la pizza (precisamente almorzábamos eso) y que la causa de esto era la admiración a las tortugas ninja. Le dije que este comentario me dejo perplejo, y mi perplejidad aumentó cuando después de unas carcajadas ella me dice que los Motoratones también comían pizza todo el tiempo, ese también era uno de mis shows favoritos en aquellas tardes en las que el Internet no era público, las computadoras caseras tenían monitores del tamaño de un microondas y los teléfonos celulares parecían teléfonos públicos, un mundo distinto...

Mi reflexión me llevó a formularme dos preguntas: ¿Era yo tan impresionable en esa época que si personajes ficticios consumían pizza a cada momento yo también quería hacerlo? ¿Cuál fue la influencia real en mi persona de estas aparentemente inofensivas caricaturas?

Me di cuenta de que jamás podré olvidar el humor de Michelangelo, la "onda" y los principios de Throttle, la rebeldía y gallardía de Rafael, la bravuconería y el brazo de metal de Modo, la intelectualidad de Donnatello, el estilo don juan y la moto de carreras de Vinnie, el liderazgo y ética de Leonardo, la fuerza femenina de Charley y la sabiduría del maestro Splinter...

¿Es que cuatro tortugas antropofórmicas que aprenden artes marciales de una vieja rata mutada y tres ratones que huyen de una guerra en marte y terminan cayendo en la tierra, manejan motos y vencen a los malos mutantes puedieron haber causado tanto efecto en mí? mejor dicho ¿Cómo no podrían?

Ah, y los villanos, el mitad mosca Dr. Baxter, Limburguer, el temible Shredder (Destructor), Grease Pit (Grasoso), entre muchos otros, representaban todo lo que estaba mal: pereza, obesidad, ambición (monetaria y de poder), deshonor, ciencia mal encaminada y demás...

Ahora, quizás 13 años después me doy cuenta que muchos de los principios que defiendo en este momento, me fueron impartidos subliminalmente por estos seres salidos de la más creativa imaginación. Amistad, solidaridad, hermandad, honor, justicia, equilibrio mental y físico, y por supuesto amor a la pizza con pepperoni.

En lo que a mí respecta los superhéroes de los 90's hicieron bien su trabajo.

FRASE DEL DÍA: "Creo que soy adicto a la pizza... bueno si tuviera suficiente dinero lo sería"/"Kuwabunga!"/"Let's Rock n' Ride!"

CANCIÓN DEL DÍA: Intros de ambos shows...

Miedo (El Despecho #3)


Es graciosa la idea, incluso hace un par de años me hubiese parecido absurdo ó imposble alguna vez escribirte algo, algo que en realidad saliera desde lo más profundo de mi consciencia, esos impulsos que mi razón y mi ética normalmente ridiculizan y suprimen, algo que, a pesar de mi naturaleza que tú bien conoces, sea verdad.

El miedo es algo interesante, creía, nunca sentirlo. Atreverme a saltar sin paracaídas, luchar aunque tenga pocas probabilidades de salir victorioso, decir lo que pienso sin pensar lo que digo; no, eso no es ausencia de miedo, ni gallardía, nisiquiera es valor, es pura insensatez...
Sin embargo, sentí miedo al emular siquiera la idea de intentarlo contigo, sé que te haría daño, más del que ya te he hecho, he tratado inútilmente de compensarte el dolor que te causé, es imposible, una espina que se quedará eternamente clavada, una herida incurable...

Sé por tu naturaleza, que conozco bien, que no me has perdonado, he entendido que tu miedo es a hacerme daño, aprendiste de una forma que desconozco a apreciarme y quererme, he sido injustamente afortunado...

Sé también que eres perfecta para mí, sé que nadie en este mundo te va a apreciar más de lo que yo lo hago por simplemente ser quién eres, en quién has evolucionado, no por tu apetecible físico, por tus provocativos labios ó tu tentadora forma de ser. Quizás sea por esta soledad inmensa ó el vacío emocional tan grande, ó únicamente por estas inmensurables ganas de amar nuevamente, que he formulado la posibilidad. Sin embargo he decidido rendirme a este miedo y seguir el curso del incierto destino, seguir siendo lo que somos : confidentes, compañeros, colegas de ideales, amigos...

Estaré para recordarte dejar caer tus lágrimas sobre mi hombro, para evitar protegerte de los peligros emocionales que conlleva el vivir, para celebrar tus victorias personales, para ayudarte a caminar cuando estés tan ebria que no te puedas mantener en pie, para aparecerme en tu casa y llevarte galletas y helado cuando estés triste y sólo tú lo sepas, para confabular planes un poco reprensibles, para escuchar todos y cada uno de tus problemas por más tontos que pienses que sean, para empujarte cuando tengas miedo de saltar y atraparte en caso de que se te olvide como volar...

He elegido continuar siendo lo que somos, en este momento, nada más... lo que seremos, bueno, asumo que lo averiguaremos...

viernes, 10 de octubre de 2008

6.10.2008

... Más ó menos como a eso de las 10 a.m. estaba yo en el aeropuerto esperando a un verdadero viejo amigo (fuera de que esto pueda estar mal dicho), luego de un gran retraso en eso de buscar las maletas, inmigración y demás, cerca de hora y media, estuvimos en rumbo nuevamente a Caracas. Me parecía increíble que estuviera aquí, Marcello, no lo veía ni hablaba con él desde hace 3 años, ya antes de eso eran 7 años, intercalados con alguna eventual visita a su casa en E.U., apartando el hecho de la incredibilidad de su presencia aquí en el país, lo que me parecía más increíble era que incluso luego de tantos años sin hablar y sin vernos aún así nos mantuvieramos como amigos, a riesgo de sonar cursi ó trillado, los mejores amigos. De esto me daría cuenta mucho más tarde ese día.
Casualmente Dafne cumplía años, un lunes, mal día para celebrarlo fuera de tu familia, no podía permitir esto, el día anterior reuní a varios amigos en común para ir a su casa, cuadramos el lugar de encuentro y demás, llegamos antes que ella para darle una sorpresa, cosa que no salió muy bien, puesto que ya habíamos empezado a beber y hacíamos un ruido exagerado, obviamente nos descubrió antes de entrar a la casa, como sea la intención es lo que cuenta.
Con Dafne también me sucedía lo mismo, claro no en una escala tan grande como con Marcello, hacía algunas semanas que no la veía ya sea por sus clases ó por la localización de su nuevo apartamento (que aquel día no nos importó), que relativamente queda lejos de casi todo. A lo que quiero llegar es que ese día me sorprendí que hay momentos que uno sabe que un amigo lo necesita, en ese momento no importa nada más, solamente lo haces, pero no porque tengas qué sino porque simplemente te nace hacerlo, no puedo expresarlo de otra forma...
Me parece sumamente interesante e impresionante el efecto emocional que crea ese lazo de amistad en mí ya que no creo en acciones de buena fe, quizás luego de este día mi credo podría cambiar a pensar que las acciones de buena fe en las que creo son aquellas en las cuales te importan, fuera del interés personal, las personas por las cuales las haces.

FRASE DEL DÍA: "Calmation chamo... calmation"

CANCIÓN DEL DÍA: Caracas Sound Machine - Salud Compadre

3.10.2008


... Esperando a Magda, me encontré a mi mismo sentado hablando con Rocío, hace mucho tiempo que no la veía, en todo caso fue oportuno que me la encontrará por casualidad en los pasillos de la Central, yo, tenía que esperar una razonable cantidad de tiempo, ella, no tenía nada mejor que hacer, ¿qué mejor oportunidad para ponernos al día el uno con el otro? Hablamos de lo que hablarían cualquier par de amigos que no se ven en algún tiempo ¿cómo te ha ido? ¿qué haces actualmente? ¿tu pareja? bueno... toda esa clase de banalidades, hablamos luego de esto de esto y aquello, ciencia, la vida en la facultad de ciencias, literatura, comportamiento humano, entre otros temas. A mi parecer cualquier tema es banal, todos y cada uno de los posibles temas que cualquier ser con razón pueda plantearse es banal, lo que hace a un tema profundo podría ser el enfoque ó el fin que tendría la conversación en el cual se plantea, incluso más allá de esto yo creo que la profundidad no la otorga el tema si no uno mismo luego de haber hablado, quiero decir que si el tema logra al menos quitarte algunos minutos luego o incluso días después de reflexión, podría considerarse como un tema profundo.

A lo que voy con todo esto es que particularmente hubo un tema que tocamos que me pareció profundo, en el sentido de que me dejó pensando durante un par de días acerca del mismo, irónicamente el tema que más estoy despreciando en estos días: El calentamiento global.

Esto fue lo que concluí, muy a pesar de la visión pesimista que pudiera interpretarse, no es así. Ya en este punto de la vida del planeta es casi absurdo que queramos detener el calentamiento global, planta un árbol para que haya más oxígeno y se regenere la atmósfera, de acuerdo, un arból podría tardar cerca de 100 años para generar suficiente oxígeno para dos personas, ya para ese tiempo si no lo habrán talado ya será muy tarde de todos modos. ¿Es tanto el terror de la humanidad a dejar de existir que no pueden aceptar este destino? ¿Se arrepienten ahora por las decisiones tomadas por ellos mismos y por todos sus ancestros? La visión que propondría no sería la de resignarse a morir, está bien tomar conciencia respecto al medio ambiente, lo que me molesta es el circo en el que se ha convertido todo este tema, atacar así la vista con propaganda aquí y allá, en todos lados, simplemente no me parece correcto, no creo que sea la forma de crear consciencia, alguna gente podría sentirse invadida, tomar esto como una orden y no como una sugerencia, y como está en la naturaleza humana, contradecir esta orden que se les da para cambiar su forma de vida, eso sin incluir la paranoia y pánico general sin fundamentos reales, es cierto el calentamiento global es una realidad pero no es inminente, en realidad ahora que lo pienso no creo que haya concluido algo en verdad, ya que no tengo una línea de clausura...


FRASE DEL DÍA: "Ya un día la humanidad tirará su basura al espacio... que será consumida por las bacterias cósmicas"


CANCIÓN DEL DÍA: Mago de Oz - La venganza de Gaia

viernes, 8 de agosto de 2008

Un día normal (continuación)

Estuve atónito por unos segundos, luego lo miré con severidad, lo tomé por el brazo y lo arrastré fuera de la multitud, todos miraban nuevamente la pantalla gigante, la reportera un poco refrescada continuó con su historia."¿Cómo es posible? No recuerdo haberlo hecho" le dije, todavía no había digerido la noticia, "Quizás, pero yo sí" respondió el pequeño altaneramente, "Es decir que ¿tú lo hiciste?" pregunté rápidamente, "No ¡Lo hicimos!" refutó ya con un poco de ira en la voz, todavía no lo entendía completamente, era absurdo, aunque por otro lado... no recordaba nada de la noche anterior, será que... sí... claramente tuve que haberlo ayudado, él sólo no podría haberlo llevado a cabo, al ver mi cara de asco hacia mi mismo luego de esta autoconfesión empezó casi a gritar "La perra esa se lo merecía ¡por favor! te fue infiel no sólo con uno, sino con 3 hombres y una mujer luego de decirte que te amaba con locura y que quería casarse y pasar el resto de su vida contigo, ¡por lo que más quieras tenías que reaccionar y dejar de hacerte el tonto!"

45 metros

Empezé a caminar lejos de él, empezó a seguirme de cerca pero siempre manteniéndose detrás de mí, "Precisamente, ella era lo que más quería, prefería hacerme la vista gorda antes de perder eso, ¡y ahora tú me la has arrebatado!" sentía ganas de llorar, ya estaba empezando a comprender que se había ido para siempre, a pesar de que quería caminar rápido, el nudo en la garganta no me dejaba respirar con naturalidad. "¿Hasta cuando pensabas seguir engañándote? Nos la habían arrebatado hace muchos años, ¡deja de ser tan ingenuo! ¡es precisamente por eso que tuvimos que hacerlo, para que al fin abrieras los ojos a la realidad" este fue su argumento, su argumento para torturar y asesinar, sólo porque ella fue infiel debía morir, ¿cuántas personas no estarían muertas ya en todo el planeta... pero eso no importa ya, seguí caminando sin ver por donde iba, ¿realidad? ¿el niño imaginario que resultaba ser yo mismo me hablaba de realidad? ¡esto sí era el colmo! antes de darme cuenta me ví a mi mismo... y a mi mismo... frente al edificio en el cual trabajaba como contador, ahí estaba, imponente con sus columnas de concreto y los grandes ventanales que brillaban al sol de la tarde.

74 metros

Entré por las grandes pueras giratorias, el guardia me saludó con un gesto, pero no lo saludé de vuelta, me dirigí al ascensor, se me había ocurrido ir a la azotea a relajarme con la luz del atardecer, como solía hacerlo en los días de mucho estrés, marqué el botón para llamar al ascensor... estas oficinas... sus pequeños cubículos, "personalizados" por sus ocupantes que trabajaban monotonamente y vivían sus monotonas vidas, sin preocuparse siquiera alguna vez por haber cometido asesinato y tener que vivir con ello, y los jefes, sentados en aquellas majestuosas sillas en esas espaciosas oficinas en las cuales eran infieles a sus plásticas esposas con sus adolescentes secretarias, claro... ellos nunca tendrían que pagar con sus vidas por esto, una demanda ó un divorcio como máximo... en este momento los detestaba a todos, !maldita sea! ¿por qué el ascensor no llega? seguí pensando en las miserables vidas de todos los pobres infelices que trabajaban en el edificio, a pesar de mi desgracia sentía lástima por ellos... ¡al fin llega el ascensor! Con ese pitido que me exasperó ya al máximo...

92 metros

Todos los autómatas se bajaron al unísono de la cabina, yo entré, con el niño de cerca, extrañamente no había nadie más en este viaje ascendente, las puertas se cerraron, oprimí el boton correspondiente a mi destino, la música del ascensor me calmaba lentamente... "No entiendo por qué estás tan enfadado, ni que fuera la primera vez que lo hacemos"... ante esta nueva declaración caí en un nuevo estado de conmoción, tragué saliva con dificultad y simulando tranquilidad le pregunté "¿A qué te refieres?" "No debes recordarlo, bueno te lo recordaré..." ¿por qué este aparato tarda tanto en subir? "... antes de que nos llevaran al orfanato nos encontraron en casa, ¿recuerdas aquella casa en los suburbios? casi completamente bañados en sangre sobre los cadáveres de mamá y papá, llorando, ¿recuerdas?" al pronunciar estas palabras esos recuerdos reprimidos volvieron violentamente a mi mente, asentí ausentemente "De acuerdo, no fue un ladrón el que lo hizo, nuestras huellas estaban en cuchillo con el que los mataron, obviamente, la policía nunca iba a sospechar de un pobre niño de 7 años..." hizo pucheros, lo que lo hizo verse malevolamente indefenso, "¿por qué?" fue lo único que pudo salir de mi boca... él simplemente se limitó a responder "Porque podía"...

116 metros

Piso 62, tambaleándome me bajé de la cabina, apoyándome débilmente en las paredes, él me siguió con una mueca de extrañeza, tomé aliento y me encaminé a las escaleras, subí un piso y medio más, saqué mi juego de llaves del bolsillo derecho delantero, había conseguido una copia de esta llave luego de que el conserje se hartara de que se la pidiera cada semana, con un pequeño empujón la puerta se abrió de par en par, la refrescante brisa pareció remover de mi mente todas estas revelaciones, guardé nuevamente las llaves en su bolsillo correspondiente, caminé hacia el lado este de la azotea, y observé embelesadamente el atardecer con sus tonos rojos, naranja y dorados, miré hacia abajo y en la acera contraria, había un puesto de frutas y verduras, ó al menos eso parecía desde acá arriba, "¿No quieres saber cómo sucedió todo?" dijo el infante interrumpiendo momentaneamente mi momento de reflexión acerca de que podría vender el hombre del puesto allá abajo... "Alcachofas" dije... "¿Qué?" respondió él con perplejidad "Sí, alcachofas, alcachofa... al... ca... chofa, es una palabra extraña, ¿a quién se le habrá ocurrido?"...

133 metros

"Sí... claro... como sea, te lo contaré... posiblemente tampoco recuerdes que anoche saliste a cenar con ella, fueron al apartamento, tuvieron sexo y durmieron, precisamente luego de eso fue que sucedió la magia, había guardado debajo de la cama una pequeña botella de cloroformo, la dopé y la cargué hasta el auto junto con los instrumentos que necesitaba, había visto una fábrica abandonada a un par de horas de casa, así que fuimos hasta allá, dentro la desnudé y la amarré de brazos y piernas, luego con el cuchillo más afilado que teníamos la fui desollando lentamente cuidando de no cortar sus genitales ni sus pezones, respeto eso, esto obviamente la despertó, y empezó a gritar desesperadamente y a retorcerce, cuando ya había removido toda la piel, con una segueta le fui cortando lentamente, los brazos..." al decir esto, saboreaba cada palabra con un deleite enfermizo "... las piernas, y por último la cabeza, me aseguré de que viviera hasta el último segundo, y así la dejé, ahora me dirás que no fue una obra de arte" concluyó con un tono de orgullo en la voz, "¡Estás enfermo! y en todo este cuento ¿en dónde entro yo?" repliqué con asco "Todavía no lo entiendes ¿verdad?"...

151 metros

"¡Basta! me entregaré" dije con firmeza, "Sí, haz eso, si ya estás adentro no pueden condenarte nuevamente, yo te protegeré" no me gustó esta última afirmación, supuse que mataría con lo que tuviera a la mano a cualquiera ó a todos dentro de la prisión, su sed era insaciable, ¿qué podía hacer? ¿huir? ¿alejarme de la gente?... nuevamente, como leyendo mi mente se apresuró a argumentar "No importa a dónde vayas, ni qué hagas, nunca te librarás de mí, y cuando te pisoteen ó te humillen yo tomaré el control, no tienes escape" esto último lo dijo con un tono de lástima, se acercó y me dio unas palmadas en el hombro... tenía razón no podía escapar de él, no podía escapar de mi mismo... decididamente, con fuerza lo jalé del brazo y lo atrajé hacía mi al momento en el que saltaba por encima del bajo muro, con el último rastro de luz del atardecer...

159 metros

Dicen que justo antes de morir tu vida pasa frente a tus ojos... en mi caso fue únicamente mi último día, el día en que mi esquizofrenia me alcanzó finalmente, el día en el que mi sensatez y mi razón me abandonaron, el día en el que conocí en persona a mi lado más visceral y oscuro... el día más normal de mi vida...

160.5 metros

domingo, 3 de agosto de 2008

Shadows...

Persigo una sombra, una sombra que siempre deambula a mí alrededor… No termino de comprender porque es que nunca desaparece, ¿Cual es la razón por la que siempre esta conmigo?, ¿Cuál es su propósito?, ¿Acaso trata de hacer que me percate de algo? Tantas interrogantes. Ninguna respuesta… Puedo sentirlo, me acecha al igual que yo la acecho a ella… He llegado a tal punto de creer que es indeleble, una porción de mi mismo me dice que ya se ha convertido en una constante de mi vida, mientras que la otra sigue negando su presencia…

Esto causa un caos, una sensación de confusión infinita que pareciese nunca acabar evocando sentimientos como rechazo, dolor, melancolía, frialdad, impaciencia, incertidumbre, envidia… Son demasiados para controlar, me siento aturdido después de unos cuantos segundos tratando de sobrellevarlos todos a la vez… Me atrevo a decir que es una sensación indescriptible que solo comprenderán aquellas personas que la experimenten… Si es que no soy el único… Debo liberarme de esta sombra que me atormenta… Creo que por fin he entendido que representa, y a pesar de todo, no esta en mi poder lo que debo hacer para deshacerme de ella…

No puedo seguir de esta manera, contemplando lo inverosímil que es la felicidad…

jueves, 12 de junio de 2008

Un día normal

La tenue luz del sol que atravesaba mi ventana a través de la cortina me despertó dulcemente, estaba sólo en mi cama, en mi pequeño apartamento en las afueras de la ciudad. Me levanté adormilado, tomé un vaso del fregadero y lo llené de agua fría, lo apresuré a mi boca, dejé el vaso sobre la mesa y volví a mi alcoba. Me puse el pantalón que había dejado en el piso la noche anterior... la noche anterior... ¿Qué había pasado la noche anterior?... bueno, no importa, agarre la primera camisa que encontré en el desordenado armario y me la puse; fui al baño, cepillé mis dientes, rápidamente di una fugaz mirada al espejo aunque sin dejar de arreglarme el cabello y ajustar la ropa, busqué mis llaves debajo de la cama y tomé mi teléfono celular de la mesita de la cocina, chequeé mis bolsillos delanteros, el izquierdo, el derecho y por último, el de atrás de la derecha... es una manía...

Un metro...

Salí apresuradamente por la salida de emergencia de la ventana, bajaba los escalones con la mano en el manillar de acero frío, siempre apresurado, siempre rápido; salté hasta el suelo desde el primer piso; cuando caí miré al final del callejón, había un niño ahí... que importa, estaba apurado, pero... ¿Por qué estoy tan apurado?... Salí caminando a grandes pasos del callejón, todavía con el recuerdo del niño en los ojos, realmente no veía por donde caminaba, lo hacía por inercia... inercia... extraña palabra... iba camino a la parada de autobús, llegué casi en un instante, o almenos eso pareció... menos de un segundo... Estaba esperando al primer autobús, no importa a dónde, sólo quería seguir moviéndome, tarareaba una canción, no recordaba la letra... ¿Cómo decía?... bueno, ahí viene el autobús, oigo que se acerca, al fin aparece dando vuelta en la esquina... ¿Yo di vuelta en esa esquina cuando venía?... no recuerdo... el maldito conductor no se detuvo... ¿Cuál es su problema?... Vi cada ventana como en cámara lenta... un gordo, colegialas, una horrible anciana, un ejecutivo y el niño del callejón.

3 metros...

Seguí al autobús con la mirada... momento ¿El niño del callejón? ¿Cómo es posible? No había parada desde casa hasta donde estaba. Calcule las posibilidades en mi mente a la velocidad de la luz sin una respuesta fructuosa... me dio hambre... "Iré a la panadería que esta dos cuadras más alla" dije en un susurro veloz. Empecé a caminar al tiempo que tarareaba nuevamente la canción, esta vez recordé algunas palabras de las líricas y eso me animó. Llegué al establecimiento y pedí unas tostadas con huevos y tocino fritos, y agua para beber... no tolero los jugos... me senté dispuesto a comer en una de las mesitas de la terraza que estaba a la altura de la calle. Comí pausada y hasta casi ritualmente, me encontré a mi mismo "feliz" pues el desayuno estuvo bastante bueno. Levanté la mirada y del otro lado de la baranda, en la acera, estaba el mismo niño del callejón, sólo que más sucio ¿Quién era ese niño? ¿Por qué me seguía? Lo miré fijamente a los ojos y él me sostuvo la mirada. Luego lentamente bajó la mirada hasta sus manos, yo le seguí la mirada, tenía las manos bañadas en sangre ¿Cómo es posible que nadie de los que pasaban a su lado lo notaran? No sé si era yo, ó alguna ilusión óptica, pero todos los que caminaban por la acera se veian como sombras, en blanco y negro, ó mas precisamente: gris; lo único que veía a color eran los ojos casi negros del niño... extrañamente familiares... y la sangre de color rojo brillante en sus manos. Él dio dos pasos hacia atras cuando me levanté de donde estaba sentado... una nube de gente pasó entre él y yo... luego no estaba... que curioso... me dirigí a la caja a pagar... todavía con la bizarra imagen en mi cabeza...

7 metros...

Me encaminé a la estación de metro, tomaría un tren hacia el centro, probablemente llegaría a casa de uno de mis escasos amigos y en la noche iria con mi novia a pasear a la orilla del río... sí... era un buen plan... compré mi ticket en la caseta, y me dirigí al andén. Esperar... esperar... esperar... ¡Qué fastidio!... no... no... "la paciencia es una virtud" musité para mi mismo... respiré hondo y exhalé, sentí una brisa en el rostro que me relajó todo el cuerpo; justo a tiempo el tren estaba llegando. Se detuvo con un chirrido que me tensó el cuerpo nuevamente, las puertas se abrieron y entré, me sente en el primer puesto vacío que vi... quizás fuera por la hora pero en el vagon solo habían cuatro personas ademas de mí... bueno mejor así... justo antes de que las puertas se cerraran de nuevo entro el niño y se sentó en el asiento vacío a mi lado, parecía que recién se había lavado las manos... despues de revisar si tenía las manos bien limpias se las olió y se quedó mirandome con una expresión vacía por unos minutos... o almenos eso me pareció... ultimamente no tuve clara la conciencia del tiempo... de repente mientras analizaba esto me volvió a la realidad la semiaguda voz del pequeño que tenía a mi lado... "¿Qué esperas?" dijo... al ver mi cara de confusión añadió "Pregunta..." en mi mente formulé la pregunta obvia... y luego mi boca la dijo "¿Quién eres?"... él se limitó a mostrarme la parte interior de su antebrazo derecho, una cicatriz lo atravesaba de largo a largo... yo me arremangué la camisa y me di cuenta que en mi propio antebrazo tenía la misma cicatriz... supongo que mi mueca de espanto fue muy exagerada pues el niño empezó a reir entre dientes... "Eso quiere decir que.. que... tu... tu... eres...", "Deja de tartamudear, pareces un idiota" dijo el niño con seriedad "Sí, soy tu"

13 metros...

Que absurdo... es practicamente imposible... ¿será que perdí la cordura?... cerré los ojos fuertemente, los volví a abrir, miré a mi derecha y aún seguía ahí... el niño... yo... ¡Por favor! es demasiado incoherente... él... yo mismo... en serio... es exageradamente improbable... seguía mirándome con su ojos cada vez más confundidos. Bueno, seguía ahí, tenía que aceptarlo, respiré hondo y le dije "¿Qué haces aquí?"... en ese momento dejó de mirarme y dirigió su mirada al piso... se quedo así un momento y dijo en voz baja "¿Recuerdas el día que llegamos al orfanato?"... ¿Llegamos? ¿Llegué?... ¡Qué complicado!... "S.. si" le dije todavía un poco confundido, al responderle se animó un poco se giró hacia mi nuevamente y empezó a hablar con rapidez acerca del miedo que sentíamos... sentía el... sentía yo... arrrggg es muy difícil... no importa él es yo, o era él que yo era, (seguía con su blablabla) bueno definitivamente para aclararme él seguirá siendo él, no yo, y yo seguiré siendo yo, pero no él; perfecto así será. Luego de que me aclaré empezé a escucharlo de verdad, no decía cosas sin sentido, hablaba de las emociones que yo ya no recordaba que tuve durante mi solitaria infancia; naturalmente sentí una empatía con él casi inmediata, y me animé también y continuamos la charla hasta que llegamos a la estación de destino.

20 metros...

Nos bajamos del tren todavía conversando animadamente, la gente, como cosa rara, se me quedaba viendo como si estuviera loco, bueno ya estaba acostumbrado asi que no me importó mucho (primera de las señales de mi locura), fuera de la gran estación había una gran muchedumbre parada frente a la gran pantalla que había junto a un alto edificio de una televisora de noticias, me detuve alzando la mirada hacia la gran pantalla, una reportera, en vivo desde el estudio anunció la siguiente noticia, esas palabras nunca se me olvidarán: "Hoy fue encontrada muerta una mujer, se cree que de entre 22 y 30 años, su identidad todavía se mantiene desconocida, el cadaver estaba... disculpen... estaba descuartizado y desollado, los forenses dicen que el asesinato sucedió mientras la víctima aún vivía..." hizo un gesto de que iba a vomitar "disculpen... volveremos con la noticia en unos momentos" luego, comerciales. La gente a mi alrededor empezó a murmurar "¿Cómo es posible que exista gente así?" "¿Qué clase de monstruo haría semejante cosa?" "El que haya hecho esto merece pena de muerte" "¡Qué desgraciado!" y así siguieron. Por alguna razón sentí muy dentro de mí que estaba vinculado a esto... no... no... es imposible... aunque... ayer... ¿Qué hice ayer?... no yo soy incapaz de hacer algo como eso... me da asco hasta ver la sangre... aún a pesar de tratar de autoconvercerme con esas razones seguía sintiendo lo mismo... volteé y él todavia seguía ahí... como si leyera mi mente asintió lentamente... "¿Alice?" murmuré... él se llevo el dedo a la altura de la boca... "Shhh"

30 metros...

martes, 15 de abril de 2008

Perdón [El Despecho #2 (con un escocés en las rocas en mano)]


¿por qué? ¿por qué sigues en mi mente? ¿por qué sigo pensándote? ¿es acaso tan inevitable? Si tuviera que regalarle una rosa al amor de mi herida, tendría que mandarte un ramo entero... No entiendo ya esta necesidad de pensarte, es como una droga... es simplemente... te veo y no sé por qué sigues en mi mente, ya no eres la misma, tienes diferentes intereses, incluso, te ves y hablas distinto...

Asumo que pensarás que yo ya superé todo lo que pasó, si tan sólo supieras... sé que piensas que yo ya no pienso en ti, que no guardo recuerdo alguno de lo que sucedió entre nosotros, si tan sólo supieras. Yo estoy completamente seguro de que tu guardas esos recuerdos gratamente, pero nunca los evocas, sólo si de casualidad alguien te pregunta te acuerdas de todos aquellos hermosos y caóticos momentos que pasamos juntos...

Realmente, al menos por ahora, no me importa ni la literatura ni lo pomposo, aqui estoy, hablándote claro, sin adornos ni mentiras...

A veces, muchas veces, en realidad; recuerdo cada uno de los momentos en los que pude ser quien quería ser cuando estuve contigo, y en cada recuerdo me golpea el orgullo mi propia estupidez y niñería. Es cierto, eramos jóvenes y estúpidos. Ya ni se por qué me lo planteo inclusive. No es porque quiera en realidad ser tu amigo, despues de todo lo que pasamos y vivimos es casi imposible tener una amistad verdadera... Supongo que esa es la excusa que he intentado meterme en la cabeza cuando decido acercarme a ti, "si, únicamente quiero ser su amigo"... pero ya nisiquiera sé lo que quiero...

Cuando estoy lejos de ti, me mata la añoranza, te veo y me doy cuenta de que no es a ti a quien añoro, a pesar de aún me vuelvo loco de sólo verte, alucino y me extasío... Ya nisiquiera sé lo que quiero... Eres cruel, la indiferencia es muy dura, pero ya no soy tan blando como solía serlo. Esta "carta" se titula "Perdón"... así que empezaré... primero, antes que nada te pido perdón por haber buscado en otros brazos una muestra física de cariño que no me dabas... que después de todo ahora entiendo el por qué... abriste tus sentimientos hacia mi y yo los pisoteé, te aseguro que no tenía ni idea, después de tantos años, recién es que lo entiendo... te pido perdón por haberte fastidiado... no!, por seguir fastidiandote tanto... ya ni sé por qué lo hago... te pido perdón por mi torpeza e insensibilidad, lo que tantas veces causó una discusión entre nosotros... perdóname que nunca haya llegado a ganarme tu confianza, supongo que tu siempre me has visto directo al alma...

Pero, no sólo te pido perdón, también te doy gracias, gracias por haberme amado el poco tiempo que lo hiciste, gracias por perdonarme siempre, gracias por ser quien eres (o eras)... gracias por enseñarme tanto de la vida, gracias por el tiempo, las canciones, las playas, los besos, los autobuses, el calor, el frío y por encima de todo por las heridas, si tuviera que regalarle una rosa al amor de mis heridas tendría que mandarte un ramo entero... Te sigo amando (Creo)...

Tuyo por siempre, Feänor

lunes, 18 de febrero de 2008

Reflexión #1

Supongo que habría que empezar desde el comienzo, naturalmente el comienzo de todo ser humano es el nacimiento.

Muchos dirían que nacemos para vivir, en cierta forma es cierto, pero la vida ó la acción de vivir, es solo una transcición a nuestro destino: la muerte. Así que podría decirse que nacemos para morir, esta afirmación, aunque realista puede interpretarse como pesimista pues sólo estaría uno enfocandose en la muerte, que generalmente se ve como algo "malo". Sin embargo (de nuevo) si no se ve el lado negativo de las cosas no se aprecia totalmente el lado positivo.

Al nacer, somos incapaces de distinguir entre el bien y el mal, puesto que estos son puntos de vista generados por la sociedad hace milenios y que se han transmitido de generación en generación. Se nos enseña precisamente lo que es "bueno" y "malo". Es de esperarse que los humanos nazcan como lo que son: animales. Preocupados únicamente de sobrevivir y satisfacer sus necesidades básicas: comer, dormir, reproducirse y defecar. Con el tiempo los padres adoctrinan a sus hijos en su etapa mas vulnerable, les enseñan acerca de religión, moral, valores, etc. que a la final, cuando sean mayores los hijos adoptarán o rechazarán, de cualquier modo.

Como reflexión final podría decirse que la tradición milenaria de los padres de enseñar a los hijos los mismo antigüos valores es el motivo de este semi-caos entrópico en el que vivimos; esto es porque, los padres enseñan a los hijos que deben estudiar, graduarse, conseguir una carrera y mantener a su propia familia (siempre el mismo ciclo), puntualizando siempre que el dinero es necesario para lo último y los placeres, y en este punto cito a Sófocles cuando en Antígona escribe: "A los hombres les brotó un mal mayor que otro alguno: haber hecho de cosas, como plata, dinero legal." Del dinero, se genera el "poder", del poder la burocracia para organizarlo, y de la burocracia se genera el rechazo y de este el odio. Apartando el hecho de que el dinero es un mal necesario para mantener la sociedad a flote; si este no fuera contemplado como la "felicidad", que aunque suene inverosímil o absurdo, hay millones que así lo creen, porque así se les enseña a pensar desde que nacen, es posible que no sea necesariamente una necesidad. Quizás si no fuera así, los que van naciendo al liberarse de los viejos métodos, crearían nuevos métodos, mejores y más efectivos, o podríamos simplemente seguir así como estamos, ya que a fin de cuentas no estamos tan mal, todo funciona como debería y la sociedad sigue "avanzando", no, no estamos tan mal.

martes, 12 de febrero de 2008

Reflexión a Medianoche

Busco una razón por la cual levantarme en la mañana. Es medianoche y busco el por qué de empezar el día siguiente. ¿Es acaso para ir a ver a aquella chica a quién ame, quién luego se olvidaría de mi como tantas veces lo hizo? ¿O es posible que sólo quiera ser un ente más en esas filas y columnas de ocho por diez? Afanados por lograr superarse y vivir para estresarse... estrés... esa palabra tan nueva y a su vez tan común en nuestro léxico... gran signo de perdición tomado a la ligera.

A veces en esos letargos en estado alfa que transcurren entre la madrugada y el amanecer, deseo permanecer en esos inconsistentes y nublados sueños, donde se muestran mis mayores deseos cumplidos y mis peores temores me dan la cara. Al morir, (en un sueño, obviamente) despertamos, volvemos a la "realidad"; me gusta pensar que es así en esta ilusión que llamamos vida... gracias K.; pero al recibir los rayos del cálido amanecer mis fuerzas se renuevan, tendría la voluntad de ir a ese planeta donde la bohemia es confundida con rebeldía y lo inusual y diferente con dañino y peligroso, ese planeta donde sería hermoso que no todo fuera gris y con niebla, donde cada día tuviera su esencia y color y la naturaleza siempre fuera admirada, y no dada por sentado.

"Vive para el momento..." siempre dicen eso pero ¿no es acaso lo que todos hacemos? No conozco nada perpetuo, aquel amor que sientes por esa persona especial dura un instante cósmico, aquel rato inolvidable con tu amigos duró unas cuantas horas, el odio a los que creías tus enemigos se esfumó al olvidar las razones, el placer que sentiste al tener sexo lo vuelves a necesitar al poco tiempo, la saciedad que sientes al comer se desvanece 180 minutos despues; vivimos a momentos ¿disfrutarlos? El disfrute se desvanece de igual forma, quizás soy pesimista, es cierto, pero sino sintieramos pena no apreciariamos la felicidad, si no vivieramos guerras la paz no sería necesaria y si no estuvieramos solos de vez en cuando la fraternidad sería desvalorada.

Es cuestión de realismo y aún no encuentro un motivo para salir de la cama pues sé que al levantarme las fauces de esta "neohumanidad" me oprimiran hasta exprimir la última gota de la esencia y transformarme en un artículo de oficina que vende su alma de 8 a 5, tentador, pero, ¿por qué resistirme? ¿por qué no seguir la corriente y ser como todos? ¿por qué este afán de ser diferente? ¿por qué esta obsesión de analizar cada aspecto de esta vida banal y vacía y tratar de cambiar eso? Adolescencia, seguro... creo, en este punto de reflexión que esa es mi razón de despertar a este abrasador y gélido mundo, aunque quizás es la cobardía a esta cruda realidad lo que habla por mí, el miedo a ser una cabeza más en esas interminables filas de "muertos vivientes" que deambulan monotonamente en las aceras y subterráneos. ¿Tanta es mi obsesión? Sí, estoy seguro... tiene que ser... mi por qué... mi razón... me levanto cada día de la cama, no para cambiar al mundo ni a un individuo ajeno, lo hago para cambiarme a mi, para no ser quien era, para encarar ese mañana al cual le temo tanto, para entender el cómo desmantelar la pantalla que genera la ilusión y convertirla en realidad... mi realidad.

viernes, 8 de febrero de 2008

Anécdotas en un Pueblo Rural Europeo

Esta anocheciendo, debo apresurarme -empiezo a correr-, llego a la estación en el mismo momento en que se encienden las zumbastes luces de neón; logro montarme en el autobus justo antes de que el decrepito conductor cierre las puertas, por suerte pues era el último del día, le muestro mi identificación y en retorno el me da una mirada despectiva. El vicioso aire calentado artificialmente dentro del transporte me empieza a sofocar apenas me siento, intento ignorarlo, miro por la enorme ventana hacia la negrura del exterior, donde sólo podía distinguir por siluetas los edificios nuevos al viejo estilo y las aceras frías y desiertas, me intriga el hecho de que a estas horas no hubiese nadie en las calles, y una anciana, una atractiva y sombría adolescente y yo somos los únicos en el transporte a parte del despreciable viejo que conduce.

Desde la estación hasta la parada que me deja más cerca del lugar donde en este momento vivo, son alrededor de treinta minutos, dejando el pueblo atras e internandose en un bosque... Ya llegué, la adolescente se baja también de la unidad 768 y toma un oscuro sendero, quién sabe a dónde; cruzo la calle sin prestarle la más minima atención al semáforo, voy por detrás de la tienda de abarrotes, a través del estacionamiento llegando hasta el patio cercado de una escuela, lo rodeo por un angosto camino con la reja del patio a mi izquierda y un campo de siembra curiosamente sin nigún cultivo a mi derecha; el campo refleja la negrura del cielo nocturno completamente nublado, hay cierto frío otoñal en la atmósfera, a mi parecer agradable, sigo el largo camino de tierra... Ahora unas oscuras cercas de madera están a mi izquierda por sobre las cuales se pueden ver los sombríos patios de unas espectrales casas.

Del campo sopla de repente un agresivo y congelante viento que no cesa, acelero levemente el paso, llego a una caminería perteneciente al parque local, sólo esta la débil luz de dos faros, ahora el conjunto del gélido viento y el crujir de las hojas secas hacen alucinar mi mente, o al menos eso creo, porque oigo susurros ininteligibles en mis oídos provenientes de todos y ningún lado, apresuro un poco mas el paso... Salgo del parque para salir a una calle repleta de casas, de repente la luz de un único porche se enciende y se abre la puerta, en realidad creo que estoy enloqueciendo porque del umbral sale una obesa mujer llevando con una correa lo que parece un malforme humanoide que repta, y gruñe escalofriantes cosas que aunque no significan nada, mi mente las comprende, posiblemente vengan a por mi; sigo la calle con el paso más acelerado, casi trotando y siento las miradas de los seres sobre mi, en el siguiente cruce, se ven luces crecientes y se oye el ruido del motor de un automóvil, lo veo de frente y mi cuerpo se queda paralizado los incandescentes faros me hipnotizan, ¡demonios!, solto justo a tiempo a un lado, vivo para morir otro día, aunque no estoy seguro si fuera lo mejor, falta una sola calle hasta mi "hogar". Cuando paso frente a un desolado patio de negra hierba y de cercado bajo, del oscuro suelo sale volando una bandada de cuervos, sus graznidos me erizan cada uno de los pelos, el temor que siento es inexplicable e indescriptible, estando en este pais tan seguro...

Pienso que es mejor temerle a un ladrón o asesino, al menos ellos son mortales, reales o están fuera de mi cabeza; ya estoy en la puerta y la negra gata que vive ahí me espera sentada en el portal, saco las llaves de mi mochila y abro con cautela, la familia entera esta dormida, subo por los rechinantes escalones que a esta hora retumban en todas la paredes, siempre con la gata a mi lado, tercer piso, ó mejor dicho, el ático, dejo mi mochila y la chaqueta sobre la mesa que ahi estaba, voy al pequeño lavamanos en el ínfimo baño y lavo mis dientes, remojo un poco mi cara con el agua helada, y vuelvo a la "habitación" que consta de una camita y un pequeño estante, me siento en la cama, me quito las botas y las medias, luego todo lo demas hasta quedar en ropa interior, aún considerando el hecho de la baja temperatura y la falta de calefacción, me recuesto y arropo y cierro los ojos en un inútil intento por olvidar los sucesos anteriores y conciliar algo de sueño, el viento gélido se escurre entre las ventanas con un susurro lo suficientemente fuerte como para considerarse un grito.

Empiezo a entrar en un sueño intranquilo, imágenes pasan a toda velocidad, me parecen recuerdos, aunque no logro reconocer ninguno, guerras olvidadas, secretos que nadie debería recordar, orgías depravadas y descomunales, sucesos que nisiquiera puedo describir, y en la mayoría de ellos, yo... observando a veces, otras participando, veo rostros que se me hacen conocidos, aunque nunca los había visto, tanta muerte, dolor, placer, ruina, tortura y lujuria y horror se empieza a mezclar con el mundo "real", ya no consigo decir que es un sueño y que sucedió en verdad, es cómo una tormenta, un asedio a mi mente, las ventanas golpean, quiero gritar, correr, escapar, huir, destruir todo aquello que conocí y fusionarme con todo esto; me siento a punto de explotar y ver mis entrañas desparramadas por el oscuro cuartito, me incorporo de golpe, bañado en sudor a pesar de los dos grados de temperatura, el pulso y la respiración acelerada, ¿qué sucedió?, lo recuerdo vagamente, pero me siento distinto, no volveré a ser el mismo que era... nunca... siento que mi fin esta cerca... no creo que nadie pueda vivir con esto que llevo en la cabeza por mucho tiempo... en realidad... sería una liberación... y la espero con ansías...

Despecho #1

¿Por qué insisto en aferrarme a tu recuerdo? ¿en besar los besos que ya no me das? Ya no sé si sigo enamorado de ti ó lo que amo son sólo esos momentos que no volveran nunca, por más que lo intente no puedo dejar de alucinar con tu cuerpo desnudo y extasiarme con el dulce sabor de tus labios que aún queda en los míos.

Por otro lado, sé que aunque vuelva a ti, ya tu no serás la misma, aquella que amé a escondidas tantas tardes, ahora eres alguien totalmente diferente para mí, ajena a mi persona, y al igual que tu para mí, yo sólo soy un fantasma que vuelve a tu memoria en esos ratos de ocio y soledad en los que no hay nada mejor en lo que pensar.

Me pregunto si algún día todos estos recuerdos y vestigios de tu amor se borrarán por completo o si serán desplazados por otro amor incompleto o inconcluso y entonces, ¿qué sería de ti?

Susurro Demoníaco


Ahora tus ventanas tienen rejas, gritas fuerte pero de tu boca no sale ningún sonido, corres y no llegas a ningún lugar, abres los ojos y no ves nada más que el refulgir del cielo que refleja tu realidad en la tierra, ¿vivir en un infierno ó morir para parar a otro?

No tienes oportunidad de correr, ¿los ves? ¿ves esas sonrisas macabras a tu alrededor? son los mismos que tu, sólo que eligieron no escapar, a ti no se te concederá ese privilegio, serás prisionero hasta que decidas a donde huir, "vive" o "muere", ¿qué preferirías?

Carta de un Pesimista Difunto

¿Cómo sabes que cuando me viste era real? ¿Cómo dirías que cuando mis labios rozaron tus labios y entre el salvaje intercambio de fluidos y la batalla campal de nuestras lenguas sentiste mis besos? ¿Cómo sabrías que sentiste mis dedos acariciando tu rostro bajando por tu cuello, tus hombros, tus pechos, tu vientre, tus caderas, tu sexo, tus muslos hasta los dedos de tus pies? Si cuando te besaba sólo estaba ahí, contigo, ó solo, ó simplemente, no estaba. Si tu voz, delicioso veneno, entraba por mis oídos como dulce vino y llegaba hasta mi razón como un gas tóxico y nebuloso.

Si pasaba como una sombra en las gentes hipócritas, vacías, crueles, maliciosas, mártires, rostros sombríos sedientos de sangre; en este pequeño pozo lleno de pirañas y tiburones, reservado sólo para el más apto y el eslabón perdido.

Si cuando nuestras pasiones agotabas y matabas escondidos entre la muchedumbre descarademente éramos infieles a aquellos a quienes "pertenecíamos". Cuando me buscabas, llamabas, agobiabas y me decías que me amabas, ¿mentías? ó ¿me decías la verdad? Ahora eso ya no importa. Ahora sólo el odio, rencor, dolor, sufrimiento y desgracia me toman a parte.
Ahora sólo posaré en recuerdos, que luego se desvanecerán, y seré sólo ahí, alegre y feliz como siempre pensaron y quisieron que fuera.

Así que, ¿cómo podrías saber que estuve junto a tí? si nunca he estado; aunque a veces envidié a aquellos que si estaban, a pesar de su triste existencia y adoré a dioses de la guerra y destrucción. No te mentiré, te adoré, te amé, te deseé, te mentí, te disfruté.

Unicamente ahora puedo ver este mundo de caos, odio, destrucción, muerte, pobreza, dolor, sufrimiento, oscuridad, guerras, discriminación, rencor, ignorancia, acero frío, desesperación, tumultos y rechazo desde afuera, donde descubro todo lo que se ocultó desde siempre.

Donde las mentiras o verdades, los secretos y lo público, son lo mismo, y son nada. En estas frías y dulces tinieblas de luz donde me encuentro siempre he pertenecido, sólo que ahora me he dado cuenta y ahora lo he aceptado.